Tamaulipas impulsa debate técnico sobre fracking para garantizar seguridad energética
El gobierno de Tamaulipas busca reabrir el debate sobre los yacimientos no convencionales y la utilización de técnicas como el fracking, pero desde un enfoque técnico y orientado a la seguridad energética, lejos de los prejuicios que han estigmatizado el tema, afirmó Walter Julián Ángel Jiménez, secretario de Desarrollo Energético (SEDENER) del estado.
“Es necesario superar los prejuicios y abordar el tema desde la ciencia y la técnica. Asumimos la responsabilidad de avanzar en ello y los resultados en Tamaulipas han sido positivos”, dijo Ángel Jiménez durante la clausura del Congreso Internacional de Energía Tamaulipas 2025.
El funcionario, excomisionado de la extinta Comisión Reguladora de Energía (CRE), recordó que cuando el director de Pemex abordó el tema en el Senado, se generó una reacción negativa, pese a que se trataba de plantear la recuperación de petróleo y gas a partir de yacimientos no convencionales.
Ángel Jiménez destacó que la explotación de estos recursos requiere capacidad técnica, financiera y operativa, y subrayó la importancia de incorporarla de manera explícita en la política pública.
Fracking en México: una cuestión política
El secretario aclaró que, desde el punto de vista legal, el fracking no está prohibido en el país. “Nunca existió una prohibición legal; lo que ha frenado su desarrollo ha sido una decisión de política pública”, explicó, enfatizando la necesidad de que la política energética permita retomar su operación.
Entre las críticas al fracking, señaló que se han centrado en microsismos y consumo de agua, muchas veces basadas en información limitada. “Hace diez años no existía una línea base de sismicidad como la que hoy tenemos, lo que permite medir de forma precisa cualquier cambio asociado a la actividad industrial”, precisó.
Asimismo, mencionó avances tecnológicos que reducen el uso de agua y el impacto ambiental, así como técnicas innovadoras que explora el Instituto Mexicano del Petróleo (IMP), como la inyección de dióxido de carbono para estimular yacimientos y movilizar hidrocarburos atrapados en arcillas. “Estas técnicas pueden reducir significativamente el consumo de agua y vincularse con esquemas de captura de carbono”, afirmó.
Tamaulipas concentra dos áreas clave para el desarrollo de yacimientos no convencionales: la Cuenca de Burgos y la Cuenca Tampico-Misantla. Según el secretario, los recursos de estas zonas podrían aportar entre 30 y 40% del gas que actualmente se importa, fortaleciendo la plataforma productiva del país y reduciendo su vulnerabilidad ante choques externos.
Fuente: El Financiero
