Prometían riquezas, entregaron ruina: Alejandro Barron y Gabriela Hilian, acusados de un esquema Ponzi que dejó a familias al borde del colapso
Alejandro Barron Monterrubio y Gabriela Hilian Adame Rocha, originarios de Ciudad Victoria, Tamaulipas, están siendo señalados como los responsables detrás de un presunto esquema Ponzi que ha dejado a cientos de inversionistas sin su dinero. A través de su empresa AXL CAPITAL, Alejandro actuaba como el "front", dando la cara y presentando la oferta de inversión, mientras que Gabriela, también parte de la compañía, firmaba documentos legales en varias operaciones.
AXL CAPITAL atrajo a inversionistas de varios estados del país, como Nuevo León, Coahuila y Veracruz, prometiendo retornos mensuales altos y garantizados. Durante un tiempo, la empresa cumplió con los pagos, lo que incrementó la confianza de las víctimas, pero hace más de un año los rendimientos prometidos dejaron de llegar, y la pareja comenzó a evitar responder a los afectados.
“Prometían altos rendimientos mensuales. Nos dijeron que era una inversión segura, que no había riesgos. Ahora han dejado de contestar y nos hemos quedado sin nada”, comenta una de las víctimas, quien prefirió no revelar su identidad. Historias similares se repiten una y otra vez: personas que confiaron su dinero, algunas incluso hipotecaron propiedades o utilizaron fondos para la educación de sus hijos, y ahora no saben si lo podrán recuperar.
Gabriela Hilian Adame Rocha, aunque con un perfil menos visible que Alejandro, tenía un papel clave en la empresa al firmar varios de los documentos que sustentaban las operaciones. Este tipo de esquema, conocido como Ponzi, se basa en el uso del dinero de nuevos inversionistas para pagar a los anteriores, y eventualmente colapsa cuando no hay suficientes participantes para sostener el sistema.
Alejandro Barron Monterrubio y Gabriela Hilian Adame Rocha, originarios de Ciudad Victoria, Tamaulipas, están siendo señalados como los responsables detrás de un presunto esquema Ponzi que ha dejado a cientos de inversionistas sin su dinero. A través de su empresa AXL CAPITAL, Alejandro actuaba como el "front", dando la cara y presentando la oferta de inversión, mientras que Gabriela, también parte de la compañía, firmaba documentos legales en varias operaciones.
AXL CAPITAL atrajo a inversionistas de varios estados del país, como Nuevo León, Coahuila y Veracruz, prometiendo retornos mensuales altos y garantizados. Durante un tiempo, la empresa cumplió con los pagos, lo que incrementó la confianza de las víctimas, pero hace más de un año los rendimientos prometidos dejaron de llegar, y la pareja comenzó a evitar responder a los afectados.
“Prometían altos rendimientos mensuales. Nos dijeron que era una inversión segura, que no había riesgos. Ahora han dejado de contestar y nos hemos quedado sin nada”, comenta una de las víctimas, quien prefirió no revelar su identidad. Historias similares se repiten una y otra vez: personas que confiaron su dinero, algunas incluso hipotecaron propiedades o utilizaron fondos para la educación de sus hijos, y ahora no saben si lo podrán recuperar.
Gabriela Hilian Adame Rocha, aunque con un perfil menos visible que Alejandro, tenía un papel clave en la empresa al firmar varios de los documentos que sustentaban las operaciones. Este tipo de esquema, conocido como Ponzi, se basa en el uso del dinero de nuevos inversionistas para pagar a los anteriores, y eventualmente colapsa cuando no hay suficientes participantes para sostener el sistema.