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La ministra presidenta Norma Lucía Piña Hernández clausuró los trabajos de la actual integración del pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), marcando el fin de una etapa de tres décadas en el máximo tribunal.
En un discurso cargado de simbolismo, Piña reconoció que será la sociedad y la historia quienes juzguen a los ministros salientes a través de sus sentencias, y defendió el papel de la Corte como “piedra angular de la justicia constitucional”.
Sin hacer referencia directa a la reforma judicial que adelantó la salida de los 11 ministros para dar paso a una nueva integración electa por voto popular, la ministra subrayó que mientras existan mujeres y hombres dispuestos a defender la justicia con integridad, México tendrá “un horizonte de dignidad y libertad”.
Durante la sesión, Piña nombró a cada uno de sus compañeros para agradecer su labor. La mayoría respondió con aplausos, aunque se notaron diferencias en las ministras afines a la Cuarta Transformación, como Lenia Batres, Yasmín Esquivel y Loretta Ortiz.
La presidenta de la Corte también rindió homenaje al personal que la acompaña en las ponencias, a quienes calificó como el “latido invisible de la justicia”.
Antes del cierre, el pleno resolvió y desechó los últimos recursos de inconformidad relacionados con la elección de magistrados del Tribunal Electoral, confirmando la validez de los comicios.
Piña convocó al pleno para el próximo 26 de agosto a la sesión solemne de informes de labores, último acto formal de la integración saliente.
Fuente: La Jornada