La derrota ante Donald Trump y los republicanos en las elecciones del 5 de noviembre dejó al Partido Demócrata sin rumbo, sumido en una crisis profunda. Con Trump en la Casa Blanca, control republicano en ambas cámaras del Congreso y un Tribunal Supremo conservador, los demócratas enfrentan una larga travesía en la política nacional de EE. UU. Este sábado, el partido eligió a Ken Martin como presidente del Comité Nacional Demócrata (DNC), con la misión de coordinar la oposición, recuperar el apoyo de la clase trabajadora y hacer frente a las elecciones legislativas del próximo año. “Este es un nuevo Partido Demócrata. Nos estamos quitando los guantes”, afirmó tras su elección.
En EE. UU. no existe un líder de oposición formal; usualmente, el candidato derrotado, como Kamala Harris, se aparta de esa responsabilidad. En el Congreso, los líderes del grupo parlamentario, como Charles Schumer en el Senado y Hakeem Jeffries en la Cámara de Representantes, asumen cierto protagonismo, aunque son minoritarios. A este grupo se suma el presidente del DNC, cuyo rol es clave en la organización de la oposición. Martin asume el cargo tras la renuncia de Jaime Harrison.
En una votación celebrada en Washington, Martin obtuvo 246 votos de 426, superando a Ben Wikler, quien, a pesar del respaldo de donantes y líderes demócratas, consiguió 134 votos. Martin, quien lideró el Partido Demócrata-Campesino-Laboral (DFL) en Minnesota y la Asociación de Presidentes Demócratas Estatales, comprometió su esfuerzo en pedir cuentas a la administración Trump, unir al partido y trabajar por las familias trabajadoras. “Las elecciones de hoy marcan un nuevo capítulo para el DNC. Trump y sus aliados multimillonarios serán responsables por su engaño a las familias trabajadoras, y los venceremos en las urnas”, afirmó.
El desafío inmediato para Martin será analizar las razones detrás de la derrota electoral de noviembre, especialmente por qué la clase trabajadora, un grupo clave para los demócratas, apoyó mayoritariamente a Trump. Luego, el foco se pondrá en las elecciones legislativas de mitad de mandato de 2026, donde se renovarán todos los escaños de la Cámara de Representantes y 35 del Senado. En la Cámara baja, los demócratas tienen posibilidades de recuperar terreno, mientras que en el Senado las elecciones se presentan complicadas, especialmente en Michigan y Georgia, dos estados que Trump ganó en noviembre.
Con 51 años y una extensa trayectoria en campañas electorales, Martin ha trabajado en la campaña de Mark Dayton, gobernador de Minnesota, y en las de los demócratas presidenciales John Kerry y Al Gore. Su plan para el DNC se basa en tres pilares: reforzar la infraestructura del partido, apoyar a los candidatos en todas las elecciones y trazar una estrategia a largo plazo para asegurar la victoria. “Debemos escuchar a los votantes y ajustar nuestra agenda para redefinirnos ante ellos”, subrayó Martin.
A pesar de su enfoque pragmático, Martin también se comprometió a mantener el compromiso del partido con la diversidad y la inclusión, valores que Trump ha atacado constantemente.