Comenzaron este viernes en India unas elecciones que se extenderán por seis semanas, en las que el primer ministro nacionalista Narendra Modi parte como claro favorito frente a una oposición debilitada y relegada.
Con casi 970 millones de ciudadanos habilitados para votar, estos comicios representan el mayor ejercicio democrático del mundo, siendo un logro logístico impresionante para la nación que recientemente superó a China como la más poblada del planeta.
La votación para renovar a los 543 miembros de la Cámara Baja se llevará a cabo en siete etapas hasta el 1 de junio, con el recuento de votos programado para el 4 de junio y la publicación de los resultados el mismo día.
En uno de los distritos electorales que votó este viernes, se observó cómo las autoridades permitían la entrada a los primeros votantes en la ciudad sagrada hindú de Haridwar, ubicada en el norte y a orillas del Ganges.
Al iniciar la jornada electoral, Modi alentó a los ciudadanos a ejercer su derecho al voto en números sin precedentes, señalando que cada voto cuenta y cada voz importa.
El primer ministro, de 73 años, disfruta de una fuerte popularidad tras una década en el poder, durante la cual India ha emergido como una potencia económica y ha incrementado su influencia diplomática. Su gobierno también se ha caracterizado por su alineación con la fe hindú, la religión mayoritaria del país.
Modi obtuvo resonantes victorias en las elecciones de 2014 y 2019 gracias a su apoyo entre los fieles hindúes.
Aunque India es secular por constitución, las minorías, incluidos los 220 millones de musulmanes, se sienten cada vez más amenazadas por el nacionalismo hindú en ascenso.
Una muestra de esta política fue la asistencia de Modi a la inauguración de un gran templo dedicado al dios hindú Ram, construido en el lugar de una mezquita histórica destruida por extremistas hindúes.
Los analistas pronostican una clara victoria para Modi sobre una alianza fragmentada de más de veinte partidos que aún no ha designado a un candidato a primer ministro.
La oposición ha acusado al gobierno de Modi de usar tácticas de represión para debilitar a los rivales. Sin embargo, las encuestas indican que el apoyo al primer ministro sigue siendo alto.
Bajo su liderazgo, India ha superado al Reino Unido como la quinta potencia económica mundial y ha sido cortejada por naciones occidentales como aliado frente a China.
A pesar de este progreso económico, organizaciones de derechos humanos como Amnistía Internacional han criticado las restricciones crecientes a la prensa y los derechos civiles durante el gobierno de Modi.
La oposición ha denunciado la utilización de agencias gubernamentales para atacar a sus rivales y socavar su campaña, en lo que describen como un patrón de represión que socava la democracia y el espacio cívico en India.
Fuente: La Jornada