Mosaico
La nueva era de
Diego Cocca en la selección mexicana inició en Surinam con una victoria de 0-2.
Un resultado que dejó matices que con el tiempo se tendrán que ir mejorando,
porque hay que decir que hubo pasajes en los que el equipo mexicano no logró
fluir, algo que puede ser entendible porque se trata de los primeros esbozos
del cuadro de Cocca.
El cuadro con
el que arrancó México pue ser una muestra de lo que pretende Cocca, con Érick
Gutiérrez como el único representante de la vieja guardia, el resto, jugadores
que marcarán el famoso recambio generacional que se espera se lleve a cabo en
el futuro a mediano a plazo.
Surinam fue un
equipo que sorprendió, no fue un flan como se pudiera haber pensado, de hecho
fue una escuadra con una idea más sensata y que tuvo más volumen de llegadas,
al punto de que al menos en un par de ocasiones México se salvo de verse abajo
en el marcador.
En los albores,
Alvarado dispuso de un tiro dentro del área que fue bien tapado por el portero
Roggeveen, después de eso los sudamericanos se fueron soltando, demostraron que
si bien es un equipo poco conocido tienen su cuota de calidad.
La más clara de
Surinam y la que generó inquietud en México fue un tiro de media distancia de
Vlitjer, quien obligó a Acevedo a lanzarse para tapar el zurdazo del
mediocampista del Telstar. Mientras Diego Cocca tomaba nota de lo que no le gustaba,
el principal detalle era la falta de conexiones en la media cancha. Ni Sánchez
ni Gutiérrez lograban conectar con Alvarado y Antuna, era más a trompicones el
juego mexicano.
Fuente: Milenio